La fortaleza se construyó en la cota más alta del Monte Lobeira.

Un emplazamiento estratégico desde el que se divisa una excelente panorámica de la comarca de O Salnés; favorecido además por la orografía del terreno, con un único sector de acceso posible al recinto.

Sufrió varias transformaciones a lo largo de la historia. Desde su construcción más primitiva, denominada Castrum Luperiae, hasta la relevante fortaleza en la que se convirtió en la Edad Media.

Un pequeño número de personas hacían vida permanente en la fortaleza, lo que supone la existencia de hogares y dormitorios.

La torre del homenaje contaba con tres pisos de madera, alcanzando una considerable altura. La entrada a la torre se hacía accediendo por una puerta pequeña y sobreelevada “por cuanto cabio un onbre e no más” y a la que se accedía mediante el empleo de una escalera.

Dentro de la fortaleza, existieron una serie de dependencias tanto para alojarse el Merino y sus tropas como caballerizas.

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